Cuentos en contexto: La carne por Virgilio Piñera en tiempos de pandemia.

El autor cubano nos sorprende y perturba con su espléndido cuento antropofágico. A falta de carne como alimento del pueblo, un habitante del mismo, Ansaldo, decide filetear su nalga izquierda para lograr alimentarse de la proteína. Luego, la idea obtiene el aval del alcalde quien anuncia que es posible y justo para cada uno comer de sus nalgas, de su propia carne.

Este muy breve relato es la muestra de la decadencia consecuencia del sometimiento político. El velo como representación política de las medidas anunciadas para sobrevivir a la pandemia han sido la conformidad del ciudadano promedio ante la imposibilidad mayor de combatir la maquinaria. Las ayudas establecidas -y el escándalo y podredumbre que subordinan- nos permiten pensar en que la auto-antropofagia es la satisfacción para la inhumanidad de un gobierno denominado corrupción. Los ciudadanos están en disyuntiva: o se mueren del virus o se mueren de hambre. En cualquier caso, la decisión implica comernos vivos.

Salir a trabajar para comer, sabiendo que el aislamiento es lo que por ahora garantiza la vida, es la resignación de las medidas caníbales anunciadas, y, quedarse en casa con el trapo rojo en la fachada es la apelación de las tripas vacías que paulatinamente temen perecer, sino es que los gases lacrimógenos asfixian los órganos antes. Ante lo angustiante de la situación a muchos les queda la fe, unas nalgas puestas sobre cuerpos que se arrodillan para orar a Dios a ver si empiezan a filetear sus nalgas, antes de que mueran por el virus en vez del hambre. Fotografía: Oración de Man Ray. Cuento disponible en: http://www.serwis.wsjo.pl/lektor/1538/pinera%20carne.pdf